sábado, 12 de marzo de 2011

Cuando el corazón muere...

Queda la dignidad, queda el honor, queda el valor.

Libia es un solo cuerpo herido pero firme, dolido pero clarividente, no desfallecerán en su lucha.

Quedará para la historia dirán, yo digo que queda una huella profunda labrada en el corazón.


País tras país, ciudad a ciudad, pueblo a pueblo, claman libertad desde el Golfo hasta el Atlántico, el mundo mira esperando dilucidar si gana o pierde. Callan los cobardes mientras observan gritos de desesperanza, muerte y desgracia.

Gadafi cuenta sus días en segundos, respiro a respiro. En cambio, el pueblo Libio mira quien se gana el verdadero título de demócrata en este mundo lleno de falsas caretas.

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